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Un tercio de los alimentos, y la mayoría de las plantas con flores en el planeta, son polinizadas por las abejas y otros insectos. Tal vez no seamos conscientes de este aspecto, pero sí que hemos asistido cada primavera a sus vuelos incansables, a su zumbido continuo mientras van libando de flor en flor, recogiendo el polen y posibilitando que las plantas y árboles sigan dando sus frutos. Esos «insignificantes bichitos» son esenciales para que la naturaleza siga funcionando. Pero lo cierto es que viven bajo una amenaza que sale de nuestras manos: el número de abejas está disminuyendo a causa del uso intensivo de productos químicos en los campos de cultivo. Estos envenenan el polen que las abejas recolectan y luego llevan a sus colmenas, el polen que es el alimento de toda la colonia, de larvas, obreras y zánganos. La organización ecologista Greenpeace ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para pedir a los responsables políticos que amplíen las prohibiciones existentes sobre los plaguicidas que matan a estos insectos.
La primavera nos invita a disfrutar de la montaña, embellece los paisajes, aporta luz y color a los prados. Disfrutemos pues, en este número tenemos variadas propuestas, pero siendo conscientes de que el mínimo cambio en los ecosistemas conlleva un gran cambio en todo el Planeta. www.elmundodelospirineos.com