No hay duda de que los bosques son entornos cargados de magia. Lo son en invierno cuando la niebla baila emparejada con las ramas desnudas; también cuando en primavera esas mismas ramas se visten de un verde intenso, tímido al principio, pero que estalla con frenética impaciencia en pocos días. Y qué decir del otoño, ese momento en el que, como artistas cinematográficos, los árboles se transforman, cambian su aspecto para enmudecer durante los fríos meses invernales. Algunos permanecen incólumes, ofreciendo a la nieve el aeropuerto improvisado de sus ramas. Y así de bellos lucen los abetos, cargados de heladas capas blancas…

En Aragón, la diversidad de climas y paisajes nos regala bosques muy diversos, infinitas caras naturales en las que perdernos, bellas estampas por las que caminar cobijados por la sombra de esos gigantes de madera. Desde los pinares a los hayedos, pasando por los carrascales y sabinares, por los frescos bosques de ribera y las choperas, alcornocales y abetales… Solo resta disfrutar y dejarse llevar por la magia.

Te lo ponemos fácil con el primer número de la nueva colección ARAGÓN, RUTAS POR LOS BOSQUES MÁS BELLOS