Fue hace 40 años, pero, como si hubiera sido, ayer aún escuchamos las voces de celebración, aún no hemos despegado de nuestras pupilas la imagen de Martin Zabaleta en la cumbre del Everest. Fue hace 40 años y es justo recordarlo y conmemorarlo, porque junto a todos quienes participaron en aquella dura prueba, todos y cada uno de nosotros vivimos la emoción de conquistar una cumbre, con ellos estuvimos todos en el Everest.

Hace dos años Sua Edizioak y Mendi Film Festival decidimos recoger la hazaña en formato cómic, y así, de la mano de las ilustraciones de César Llaguno y del relato cuidado de Ramon Olasagasti nos asomamos a los fríos aires del Himalaya, pisamos sus nieves perpetuas, los hielos y rocas, vimos las avalanchas, los malos humores de la montaña más alta del planeta. Ascendimos al collado sur, descendimos de nuevo cuando no pudimos continuar. Seguimos con la vista la chaqueta naranja de Martin y dejamos que resbalará entre nuestros dedos el rosario que  los polacos habían dejado en la cumbre, la prueba irrefutable de que todo un pueblo había hecho cumbre.

Fue hace 40 años, pero parece que fue ayer cuando lloramos allí arriba, en lo más alto, junto a Zabaleta, cuando brindamos junto a Arrue, Erro, Gallardo, Garaioa, Hernando, Lorente, de Pablo, Rosen, Sáenz de Olazagoitia, Takolo, Uriarte y los numerosos sherpas que tomaron parte. EVEREST1980