No están guardados bajo llave en un cofre, pero, sin ninguna duda, son auténticos tesoros que brillan con luz propia. El Pirineo central nos regala numerosos rincones que atraen todas las miradas y colman las expectativas de los visitantes. Valles y montañas, pueblos y gentes, barrancos y lagos, bosques y llanuras… todos conjugan con maestría los rasgos necesarios para destacar con su belleza brutal en algunas ocasiones, taimada y sutil en otras. Os regalamos una pequeña cápsula de esa belleza en el artículo central del número 114 de la revista El mundo de los Pirineos.